Sueña Conmigo.
Capítulo
1.
Un día de
Enero, en un lugar de la ciudad.
-
Tía, ¡¿pero
lo vas a hacer?!
-
¡Pues no se joder! Creo que ya va siendo hora, y
tengo ganas…
-
Vale, pero no cometas un error tía, solo lleváis seis
meses… Y además… pasó lo que pasó…
-
Pero nos queremos…
-
Tú le quieres a él… Ya sabes lo que pienso de esa
relación…
-
¡Cállate! ¡Sabes que un error lo puede cometer
cualquiera Daniela!
Dani sabe que no puede ser así, no debe ser así. Lucía no puede tener su
primera vez con Víctor.
Dani la conoce perfectamente, sabe que está enamorada, pero lo odia
por una razón en especial.
Ella recuerda perfectamente
como hace exactamente tres meses, las chicas se separaron por culpa de Víctor.
Capítulo 2.
Hace seis meses,
en un lugar de la ciudad.
-
¿Estoy guapa? ¿El rímel azul, o
verde? ¡Marta contesta!
-
Joder Lucía que estás guapa de
cualquier manera… ¡Déjalo ya!
-¡Para ti es muy fácil decirlo
porque hace 4 meses que estás con Lucas, y va que te cagas!
- Sí ¡Pero también tuve una primera
cita con él, y no me puse así tía!
- Tienes razón… pero es que estoy
muy nerviosa… Sabes perfectamente que llevo como dos años enamorada de Víctor…
- Lo sé, y entiendo que estés
nerviosa ¡Pero respira! Le gustas, se le nota.
Marta contempla con una sonrisa
como una de sus mejores amigas se prepara para una simple cita, ¡Ni que fuera
un pase de modelos! Piensa Marta. Aunque para ella y el resto de chicas Lucía
siempre está guapa. Es guapa. Sin embargo, no es la que más liga, la que más éxito
tiene es Marta, aunque tanto éxito le ha creado algún que otro problema de
celos con Lucas, su novio, pero siempre gana el amor.
Pero en seis meses, las cosas
cambiarán mucho para todos.
Capítulo 3.
Un día de Enero en una parte de la ciudad.
-
Mira tío, mira, la del fondo, al lado de Ana la de
1º de bachiller ¿La ves?
-
¡Sí! Esa está buena… Pero yo estoy con Lucía tronco…
-
Ya. Si soy yo, no duro ni dos semanas con ella.
-
Ya ves, es que está buena, me la quiero tirar
tronco.
-
Joder, pues díselo, tampoco seas tan cabrón de
tirártela y dejarla después.
-
¡Cállate julandrón! ¡Haré lo que quiera Hugo! ¡No
vengas de santo eh! ¡Que tú tampoco te quedas atrás!
-
Haz lo que quieras, ya te arrepentirás… Te lo dice
tu mejor amigo, pero allá tú…
Hugo sabe que su mejor amigo
lo acabará haciendo mal. Víctor nunca ha sido chico de una sola chica, siempre
se ha liado con quien ha querido y nunca le han importado los sentimientos de
nadie, y mucho menos de Lucía.
Está con ella por tirársela
y chulearse de haberlo hecho con la chica más guapa de su clase, pero lo que
Víctor no sabe, es que en unas semanas todo puede dar un giro inesperado.
Ese mismo día de Enero ,en casa de Marta, por
la noche.
-
¡Dale volumen Diana! ¡Que no se oye nada!
-
¡Ya va, ya va! ¡Tranquilizaos!
Es sábado noche, y Diana,
Lucía, Marta y Daniela se preparan para salir. Aún son las diez y media pero ya
se están arreglando a toda prisa. A las doce menos cuarto han quedado con sus
chicos y con algunas amigas, saben que hasta las once y media no terminaran así
que van a toda prisa.
En la radio suena Ella pide
más de Danny Romero mientras ellas se alisan el pelo, se maquillan, etc.
Están en pleno acto de
subidón pre-fiesta cuando el teléfono de Diana suena, baja el volumen de la
radio entre las quejas de sus cuatro compinches y coge el teléfono:
-
Catriel? ¿Por qué me llamas ahora? Aún queda algo de
tiempo para quedar.
-
Te echaba de menos.
-
Anda, será para menos, dime el motivo de tu amor
rápido que las chicas se quejan.
-
Es que no voy a poder ir, mi hermano está enfermo y
tengo que quedarme con él, ya sabes, responsabilidades de hermano mayor…
-
Ya… bueno… no
pasa nada, otra vez será…
-
Adiós cielo, te quiero.
-
Y yo, adiós.
Con cierta decepción Diana
cuelga el teléfono, sube el volumen de la radio y vuelve junto a las chicas a
contarles porque no puede ir Catriel con ellas. Es el tercer sábado consecutivo
que no va con ellas. Todas saben porque menos Diana, pero en unos días lo
descubrirá.
En la radio suena Best Of Me
de Sum 41. El ambiente esta caldeado. Hay un silencio incómodo que se rompe en
cuanto la madre de Marta llama a la puerta:
-
Marta, preguntan por ti abajo.
-
Enseguida voy mamá.
Cuando llega abajo sus ojos
se abren como platos al comprobar quien se encuentra en la entrada de su casa.
Una de sus ex-mejores
amigas; Lara.
En un lugar de la ciudad, hace seis
meses.
-¡¿Qué has hecho qué?!
- Lo que has oído… Me quiero morir Marta…
- Pero, ¡¿Cómo?! ¡¿Por qué?! ¡No logro entenderlo!
- Púes paso, yo no quería te lo juro, está con ella… y yo no…
- Si tú no quisieras no habría pasado, pero bueno, ya está pasó, eso
no es lo peor, lo peor es como se lo vas a explicar, ¡A todas y todos!
Nervios, dudas. En la habitación de Marta hay eso y más. En diez
minutos su grupo de amigas sufre un bache que será difícil de superar.
Ese mismo
día de Enero, en casa de Marta.
En la entrada de la casa de Marta hay una sensación de cariño y
nostalgia mezclada con incertidumbre.
-
¿Qué haces aquí? No deberías…
-
Lo sé, me voy enseguida, solo quería saludarte, y
decirte que he vuelto a la ciudad.
-
¿Cómo? ¿Por qué?
-
Me han echado del otro instituto, así que mi madre
decidió que debía volver, intente quedarme y buscar un instituto a las afueras
de la ciudad, pero no me dejo.
-
¡Marta! ¡Sube que es para hoy! –Grita Daniela desde
el piso de arriba, en el que se escucha al grupo español Maldita Nerea.
-
¡Enseguida voy Dani! ¡Un minuto! - Le responde Marta
muy nerviosa.
-
Creo que debo irme, solo era para decirte eso.
-
¡Espera! Cuando llegue a casa te llamaré, estate
atenta al móvil, que necesito hablar contigo, hace mucho tiempo que no te veo.
-
Está bien, hasta después.
-
Hasta después.
Marta sube las escaleras a
toda prisa mientras piensa en todo lo sucedido hace seis meses, y en la razón
por la que Lara se alejo de toda su vida. Se siente culpable, la ha visto muy
deprimida, y muy cambiada. La echa de menos, pero ahora debe centrarse en
acabar de arreglarse e irse. Mira el reloj, son las once y media, está a
tiempo.
-
¡Por fin tía! ¿Quién era?- Pregunta Diana con gran
curiosidad.
-
Nadie, un chico que se había equivocado de Marta.
–responde la muchacha con nerviosismo.
-
Pues debía estar muy bueno porque te están temblando
las piernas eh! – Comenta Lucía con picardía.
Las chicas estallan en
carcajadas mientras la muchacha se sonroja y niega con la cabeza al mismo
tiempo que hace un gesto con su dedo corazón.
-
¡Chicas! ¡Vámonos! ¡Mirad la hora que es!- Advierte
la dueña de la casa.
-
¡Tiene razón!- Dicen las otra tres chicas al
unísono.
Ese día de
Enero, por la tarde, antes de salir.
-
¿En qué piensas? – Le pregunta Daniela a Lucía
mientras ojea una revista.
-
¿Tú qué crees?-Responde Lucía en tono borde.
-
¡Bueno tranquila eh! Pues no sé… Supongo que en
Víctor…
-
Asombrosa inteligencia la tuya, Dani.-Dice Lucía en
tono irónico.
-
Insoportable… -Dice Dani en un tono que casi era
imperceptible a los oídos de Lucía.
-
Lo siento, me estoy rallando demasiado y lo pago
contigo, sé que no debería, pero…
-
Déjalo anda, es normal, es tu primera vez. Además es
con quien es… que no es un chico cualquiera…
-
¿A qué te refieres con eso?
-
A que es el típico chulo playa que se quiere tirar a
toda chica viviente.
-
Te he dicho muchas veces que no hables así de él, sé
que lo odias, pero me da igual. Yo le quiero.
Daniela no responde. Se
calla. Prefiere no hablar, si habla pasara como muchas otras veces, Lucía se
enfadara con ella. Y Daniela ya está harta, al igual que sus otras amigas.
Lucía se da cuenta de que su
amiga no pasa la página de su revista desde hace un rato, la conoce. Sabe que
está pensando. No le gusta que lo haga cuando hablan de Víctor, porque sabe que
no piensa nada bueno de él. Coge un cojín y con la máxima fuerza que puede lo
lanza contra su amiga que pega un brinco de sobresalto tremendo.
-
¡Qué haces loca!- Exclama quejosa Dani
-
¿Es que no lo has visto?- Ríe con un tono canalla
Lucía.
-
Si, lo he visto ¡Pero tu esto seguro que no!- Exclama mientras lanza un cojín azul
sobre su amiga.
Cuando la pelea termina, las
chicas se abrazan cariñosamente y Dani le dice a su amiga:
-
Echaba tanto de menos estos momentos juntas…
-
Y yo, hacía tiempo que no nos lo pasábamos así de
bien.
-
¿Siempre juntas Lucía?
-
No puedo decir que siempre, pero espero que así sea,
por mi parte lo será.
Otro abrazo cariñoso, como
de reencuentro.
Suena el teléfono de Lucía.
Es Diana.
-
¡Cariño!
-
¡Déjate de bobadas cielín! – Risas a los dos lados
del teléfono.
-
Va a hablar la que se pelea con su novio por quien
cuelga antes.
-
¡Cállate! Bueno tía, voy al grano que esto cuesta
saldo, a las nueve y media en casa de Marta que hoy hay fiesta, avisa a Dani,
¿vale?
-
Hecho. Oye, pueden venir Víctor y estés, ¿no?
-
Claro, cuantos más, mejor. Bueno nos vemos, saludos
de Marta que está a mi lado, por cierto, vienen Noemí y Leticia. Te quiero.
-
Vale, saludos también por ahí de parte mía y de Dani.
Genial hace tiempo que no quedamos todas juntas. Te quiero, pero menos que tu a
mí.
-
Eres tonta, cada día más, ese Víctor te afecta a la
cabeza…
-
¡Anda! ¡Cuelga y calla! ¡Hasta después!
-
¡Hasta después!
Diana pulsa el botón rojo que desconecta la llamada en la que, hace
unos minutos, invito a sus amigas a salir por la noche. Una noche inolvidable,
para todos o ¿Solo para algunos?
Ese día de
Enero, en un lugar de la ciudad.
Las chicas, ya listas se dan sus últimos retoques y salen a toda prisa
de casa de Marta. Aunque el lugar en el que han quedado con sus amigos no está
lejos, van casi corriendo, pero el miedo a caerse de sus tacones de aguja las
frena.
Han llegado, allí esperan Noemí, Leticia, Clara y sus respectivos
novios, uno de ellos es Marcos, el novio de Clara y primo de Daniela. Con ellos
esta Dylan, el novio de Leticia. Y más apartados están Roberto y Noemí. Besos
de encuentro, amistosos.
Lucía se extraña al no ver a su novio y sus amigos. Está tensa, quiere
verlo. Ha estado pensando mucho, y quiere que ese sábado sea especial para los
dos.
En ese momento suena en el móvil de Lucía la canción Ruby de Caiser
Chiefs. Es Víctor.
-
Hola Víctor, ¿Por qué no estás aquí ya?
-
Te llamaba por esa razón. Verás, estoy en casa con Ismael
y Hugo. Me gustaría que nos vinierais a buscar.
Ismael y Hugo son los
mejores amigos de Víctor, Ismael no es buena influencia, está metido en el
mundo de las drogas. Además, siempre que ve a Lucía intenta ligar con ella, es
como el líder del grupo de su novio, si le habla mal de Isma a Víctor se
encadena una gran discusión entre los dos. Así que esta vez no dirá nada
despectivo sobre su compañero. Por otro lado está Hugo. Le parece un poco
tonto, ya que con su inteligencia no tendría por qué estar en el grupo de
Víctor e Ismael. Hugo es algo más tímido y nunca se mete en problemas, a no ser
que lo metan Ismael y Víctor. Catriel también está en el grupo de los tres
chicos, pero hace tres semanas que no quedan el sábado.
-
Claro cariño, enseguida estoy en tu casa.
-
Nos vemos.
-
Te quie…
Víctor cuelga el teléfono antes de que su chica le obligue a decir: Yo
también a ti. Lo odia. El no es hombre de una sola chica, y eso lo saben todos.
De hecho, su relación con Lucía no ha impedido que el ligue con otras, ni mucho
menos.
Su lema es, mientras Lucía no lo sepa, lo haré.
Lucía se dirige hasta su grupo de amigas. Una vez allí le pide a Marta
si puede acompañarla a buscar a su novio. Marta acepta aunque no muy
convencida. Odia a Víctor, como el resto de sus amigas.
Cogen sus pertenencias y se dirigen a casa de Víctor.
En casa de
Víctor, un día de Enero.
Mientras fuman, beben y hacen sus cosas del día a día, los tres chicos
charlan sobre chicas, y sobre que han quedado dentro de diez minutos con Lucía
y sus amigas. Víctor e Ismael son un año mayores que el resto por que
repitieron.
-
La voy a llamar para que venga a buscarnos.- Dice
Víctor.
-
No seas cabrón y vámonos, pobre chica, le haces
quedar mal ante sus amigas.- Dice Hugo con un tono nervioso.
-
¡Pobrecilla ella!- Exclama Ismael en tono burlón.
-
Sí que es sois idiotas… - Dice Hugo con cierto enfado.
-
Callaos que voy a llamarla.
Rubén descuelga su teléfono y
busca en la agenda el número de su novia. Un tono, dos, ya lo ha cogido.
Cuando acaban de de hablar continúan su charla.
-
Oye, no le has dicho ni te quiero. Te pasas con
ella. Lucí lo hace todo por ti, y tú nada…- Dice Hugo.
-
¡Tío, parece que estas enamorado de ella!-Exclama
Ismael burlándose de Hugo.
-
¡Qué dices idiota! ¡Yo nunca me he enamorado, ni lo
haré nunca!
-
Tranquilo tío, cuando me la tire te la cedo. Pero la
estreno yo eh! – Dice Víctor riéndose de Hugo.
-
¡Yo me piro solo! ¡Soy insoportables!
Hugo abre la puerta y se va, enfadado, muy enfadado con sus amigos.
Pero dentro siente algo diferente… Raro… Algo que nunca ha sentido.
Camina hacia el lugar en el que han quedado él y sus amigos con las
amigas de su novia. Se las encuentra a mitad de camino, está muy enfadado y ellas
lo notan, sobre todo Diana, que es con la que mejor se lleva. Porque sí, Diana
se fue con Marta y Lucía a buscar a Rubén, ya que se aburría un poco.
-
¿Hugo? ¿Qué haces solo? ¿E Ismael y Víctor?
-
En casa.
-
¿Te pasa algo?
-
Sí. Que esos dos son imbéciles.
-
Lo sé. ¿Qué han hecho?
-
Me vacilan. Dicen que estoy enamorado de Lucía.
¡Hugo enamorado de Luci! ¡Si es que es una locura!
-
Bueno tío, ya hablaremos allí que me dejan atrás las
chicas.- Beso de despedida.
-
Hasta luego.
Los dos chicos continúan su camino. Ninguno de los dos está bien. Hugo
está enfadado, y Diana esta triste. Echa de menos a Catriel, se pregunta que
estará haciendo ahora, y se lamenta por no estar con el. Suena su teléfono.
-
¡Catriel!
-
Ese soy yo. Te llamaba para decirte que mañana
tampoco podré quedar, lo siento.
-
No pasa nada. Otra vez será.
-
Bueno Diana, me voy a dormir que mi hermano me ha
dado guerra y me he cansado. Te quiero.
-
Y yo Catri, sueña conmigo.- Dice Diana con una voz
muy melosa y cariñosa.
-
Lo haré. Mañana hablamos.
Y cuelga. Se siente vacía, empieza a sospechar. Lleva desde el viernes
sin verlo. Lo echa de menos. Le quiere. Pero ya nada es como al principio, y es
que casi ocho meses juntos no es poco, quizás el ya esta aburrido de ella. Y de
la relación que tienen. Quizás en poco tiempo todo cambie para los dos.
Avanza dando una pequeña carrera para alcanzar a sus amigas, una vez
con ellas, les pregunta si falta mucho para llegar a casa de Víctor, necesita
una copa.
En casa de
Víctor, un día de Enero.
Suena el timbre dos veces. La madre de Víctor no está, así que se
levanta a recibir a su chica y a sus amigas.
-
Ya vamos, esperad.
Recogen sus cosas, encienden un cigarro y salen por la puerta. Corren escaleras
abajo echando humo en dirección al portal del piso donde se encuentran las
chicas.
-
¡Hola amor!- Lucía se tira sobre Víctor con una gran
pasión, pero el chico logra esquivarla hábilmente y tan solo la besa en los
labios muy fríamente ante la mirada de sus dos amigas a las que Ismael mira de
arriba abajo con deseo.
-
Hola.- Dice Víctor después de besarla.
-
Qué bien acompañada vienes querida Lucía- Dice
Ismael con intenciones de ligar
-
Están pilladas Isma, lo sabes de sobra.- Dice Víctor.
-
Bueno, ya me presentareis a alguna amiga- Dice
Ismael mientras se ríe a carcajadas.
Dejan la charla y se van
hacia el lugar en el que habían quedado. Todos piensan algo. Diana en Catriel,
y en su relación. Lucía en Víctor y en sus amigas, a ninguna le gusta él, y
ella se plantea tener su primera vez en pocas horas. Marta piensa en Lucas.
Hace dos días que no sabe nada de él y se está preocupando. El siempre la
llama, y le dijo que el sábado la llamaría. Es la una menos cuarto y sigue sin
saber nada de su chico.
Llegan, allí están Noemí,
Leticia, Clara, Dylan y un chico al que Víctor e Isma no conocen. Es alto,
guapo, moreno de ojos verdes. Enseguida Víctor le pregunta a su chica quien es,
y ella le responde que es Marcos, el novio de Clara y primo de Daniela.
Los saluda con ciertos
celos, Víctor no es tan guapo ni tan fuerte como Dylan o Marcos.
Suena un teléfono, es el de
Marta.
-
¡Hola amor!- Exclama Lucas con emoción
-
¡Hola! ¿Por qué no me has llamado antes?
-
No pude, estuve en casa de ya sabes quién ayudándole
con lo del regalo y todo.
-
¿Hasta ahora?
-
Hasta hace poco, nos costó escribir todo y hacerlo
todo bien, de hecho llamamos a Hugo para que nos ayudara, pero no estaba
disponible o no ha querido cogernos.
-
Estaba cabreado. Según nos ha contado Diana los
idiotas de Víctor y Isma le han acusado de estar enamorado de Luci.
-
Que idiotas, no sé como Lucía puede estar con Víctor.
-
Ni yo, pero bueno ¿Qué tal todo?
-
Te echo de menos pero bien, cansado de estar todo el
día delante del ordenador.
-
Pues te dejo dormir amor, ¿Mañana nos vemos?
-
Sí, ya te paso yo a buscar. Te quiero.
-
Genial. Te quiero.
Marta está tranquila y feliz por fin. No solo por ella, sino por todo.
Esta con quien quiere aun que le falte su chico. Además, está segura de que se
lo pasará genial esa noche. Pero no todos en la fiesta se lo pasaran tan bien
como ella.
Diana ya lleva tres chupitos y sigue igual de deprimida que antes.
Daniela la ve y enseguida se acerca a ella.
-
¿Qué te pasa tía?
-
Catriel…
-
¿Qué a ha pasado?
-
No sé, no es lo mismo de siempre desde hace unos
días… Está distante.
-
Tranquila, seguro que es por una buena razón.
-
No sé… El jueves hacemos 8 meses…
-
Tranquila tía, deja de beber y baila conmigo anda,
que yo también estoy sola hoy.- Dice Daniela en un tono alegre para animar a su
amiga.
-
Está bien…- Responde Diana no muy convencida de la
idea de su amiga.
Bailan al ritmo de Solo Quiero Amarte. Disfrutan. Como nunca. Sin
novios, exámenes, no hay nada que las pare. Son jóvenes.
En ese momento Lucía y Víctor se alejan del grupo para tener un poco
de intimidad. Una vez allí hay besos,
caricias, cariño, pero solo por parte de Lucía. Víctor está distante, quiere lo
que quiere y lo quiere ahora.
-
Oye, está noche mi casa está vacía… Si quieres venir
a tomarte algo con un poco más de intimidad…
-
¡Sí!- Responde eufórica Lucía, lo va a hacer, con
Víctor. Esa noche.- Voy a por mis cosas ahora vuelvo y nos vamos.
-
Vale, aquí te espero.
Lucía va corriendo junto a Daniela, Diana, Marta y Leticia a contarles
lo que pasará en casa de Víctor esa noche.
-
¡Chicas! ¡Venid!
-
¿Qué pasa? –Responden todas al unísono.
-
¡Voy a casa de Víctor! ¡Ahora!
-
¿A qué?- Pregunta Leticia con cierta inocencia.
-
¡A contar ovejitas!- Responde Diana con ironía.
-
¡Vale eh! Pero no vallas, con el no Lucía.- Dice
Leticia molesta por el comentario de Diana.
-
¡Voy a ir digáis lo que digáis!
-
¡Nos separó Lucía!- Exclama Leticia muy nerviosa.
-
¡Nos acabaríamos separando igual! ¡Lara era una
falsa!- Defiende Lucía a su novio.
-
¡Sería una falsa, pero era tu mejor amiga!- Grita
enfadada Marta.
-
¡Tú lo has dicho, lo era! ¡Víctor es de lo más
importante para mí!
-
¡Solo quiere follarte Lucía! –Exclama Marta furiosa
por la actitud de su amiga- ¡Al igual que quiso hacer con Lara!
-
¡Cállate de una vez! ¡Haré lo que quiera!- Exclama
Lucía mientras recoge sus cosas y se marcha a toda prisa junto a su novio. A
mitad de camino Leticia la coge por un brazo y le dice:
-
Si tienes algún problema llámame.
-
Si, si. Déjame.
-
Prométemelo Lucía.
-
Prometido.
Y se va. Leticia la deja ir,
no muy convencida de que el acto de su amiga sea el correcto, ni mucho menos.
Lucía llega junto a su
novio, lo besa en los labios y se van hacia su casa. Misión cumplida. La tiene
en su cama, por fin.
Capítulo 4.
Ese sábado,
en casa de Víctor.
Hace calor, o al menos Lucía lo tiene. Están en el
sofá, sentados. Se besan. El sobrepasa la línea de lo prohibido. Ella se deja
hacer, pero no se siente cómoda, el se quita la camiseta. Se la quita a ella
también. Va demasiado rápido. Ella piensa. ¿En realidad quiere hacerlo allí,
con él? Piensa, piensa, piensa mientras el desabrocha su pantalón. ¡NO! ¡¿Qué
está haciendo?! ¡No quiere hacerlo!
-
¡Para!- Exclama Lucía liberándose
de los brazos de Víctor.
-
¡¿Qué?! ¡Ahora que estás aquí no te
irás sin darme lo que me debes!
-
¡¿Lo que te debo?! ¡Yo no te debo
absolutamente nada!
-
¡Ven aquí y cállate!- Exclama
Víctor mientras se abalanza sobre la muchacha para inmovilizarla y hacerla
suya. Pero ella se escapa ágilmente agarrando sus desabrochados pantalones
hacia el baño. Una vez dentro recuerda lo que Leticia le dijo antes de irse,
coge el teléfono nerviosa, casi no puede tocar la pantalla de táctil de su
teléfono. Le tiemblan las manos. Busca en la agenda. Lo encuentra, llama. Uno,
dos, tres pitidos… ¡Lo coge!
-
¿Sí?
-
¡Leti! ¡Ven por favor!
-
¿Qué pasa?
-
¡Es Víctor! ¡Corre!
-
¡En seguida voy Lucía, espera ahí!
Leticia llama corriendo a Dylan y le explica que
tienen que irse, que Lucia está en apuros, que tienen prisa. Corriendo
dirección a la moto de Dylan, Leticia piensa en cómo estará su amiga. Ese chico
nunca le dio buena espina a ninguna de sus amigas, y ahora confirman sus
sospechas. Han llegado a la calle de Víctor, Dylan frena delante de la casa. Se
bajan corriendo. Tocan el timbre. Nadie abre. Saben que hay gente dentro, su
amiga no le mentiría. Y mucho menos en cuanto a ese tema, al que Lucía teme.
Dudan. Dylan se decide. Allá va. Da dos pasos atrás, coge carrerilla y da una
fuerte patada al portal del edificio que se abre ante los ojos de Leti y Dylan.
Suben corriendo las escaleras en dirección al piso de Víctor, Leti cree
recordar que era el tercero B. Sí, es el tercero B.
Timbran, no abre, seguro que sabe que son ellos.
Necesitan a alguien que él conozca. Dylan coge su teléfono y marca el número de
Hugo. Hablan, todo va muy rápido para Leti y muy lento para Lucía.
- ¡Chicos! – Exclama Hugo cansado de la carrera que
se ha pegado.
- ¡Es Lucía, Víctor la ha invitado a su casa para…
- ¡Déjate de explicaciones y dímelo rápido!
- ¡Pues que está encerrada en el baño, y no creo que
Víctor nos abra a ninguno de los dos así que llama tu!
Hugo se dirige hacia la puerta del tercero B.
Timbra. Víctor abre la puerta, en ese momento Dylan corre velozmente hacia el
interior de piso mientras Hugo agarra por el cuello a Víctor con fuerza, mucha
fuerza. Víctor se resiste mientras Leti corre detrás de su novio. Dylan está en la puerta del baño
hablando con Lucía mientras esta se abraza a Leti con fuerza. Con miedo. Se
oyen gritos, los tres chicos avanzan hasta el lugar en el que Hugo y Víctor se
pelean. Hugo le propina un puñetazo tras otro en la cara y el estómago. Dylan
lo separa de Víctor con fuerza mientras Luciía llora desconsolada. Está
furioso.
-
¡Suéltame que le voy a partir la
cara a ese mamón!
-
¡Cálmate Hugo!
-
¡NO! ¡Suéltame que lo mato!
Dylan aguanta con fuerza mientras le da indicaciones
a su novia para que salga con Lucía del piso. Las chicas salen asustadas y
cierran la puerta tal y como les indico Dylan. Desde fuera se oyen gritos. Silencio
por fin, después de diez minutos de gritos. Salen por la puerta Hugo y Dylan.
Hugo está sangrando por la nariz y Dylan está tranquilizándolo aún, dentro está
Víctor, sangrando por la nariz y por la boca, Lucía corre hacia él, le acaricia
la cara pero él se revuelve, no quiere que lo toque.
-
¡Apártate! ¡No quiero que me
toques! ¡Vete!
-
Pero Vi…
-
¡¡Vete!!
-
Está bien… - Y Lucía se va. Está
desconsolada, sin Victor se siente vacía pero, ¿Han cortado? No lo sabe, pero
ahora no necesita pensar en eso, solo necesita dormir y relajarse, aunque le
será difícil.
Esa noche
de sábado, en un lugar de la ciudad.
-
Esta Lucía nos va a matar de un disgusto.- Dice Marta
con pesar.
-
Lo sé, no sé cómo puede estar con él.- Le contesta
Diana mientras bosteza, y es que ya son las dos y media y la noche ha sido
bastante ajetreada.- Me voy a casa, estoy muy cansada, voy a buscar a Noe que
esta noche duerme conmigo ¡Adiós chicas!
Mientras se despiden una a una con besos amistosos Diana se da cuenta
de que falta gente allí.
-
Oye, ¿Y Dylan y Leti?
-
Habrán ido a ya sabes que…- Dice picara Marta
-
No creo, sino avisarían. Además, la moto de Dylan no
está. Bueno, da igual, nos vemos el lunes chicas, mañana os llamo.
-
Vale Diana, hasta mañana.
Coge sus cosas y se va hacia Noemí, hablan un rato, ella se despide de
Roberto con un beso pasional y un susurro al oído y se van dirección a casa de
Diana.
-
¿No veis rara a Diana?-Pregunta Marta
-
Sí.- Responden Clara y Daniela al mismo tiempo, como
sincronizadas.
-
Mañana hablare con ella y os cuento ¿Vale? Es que
ahora me voy, que yo también estoy muerta de sueño.
-
Vale, mañana te llamamos que viene Dani a mi casa
con Marcos.
-
Perfecto, hasta mañana.
Besos y frase de despedida. Se va pensando en su amiga Lara, tiene que
llamarla, no se ha ido por el sueño, si no porque tenía que llamarla a ella,
tiene unas ganas de hablar con ella, se muere por saber de su vida y por
revivir momentos en los que se pasaban horas y horas al teléfono contándose sus
vidas detalle a detalle. Por otra parte está preocupada por Lucía. Ella no sabe
nada de lo que ha pasado, pero pronto lo sabrá.
En casa de
Diana, esa misma noche.
Ya están las dos chicas en casa de Diana con los pijamas puesto y
dispuestas a hablar un poco antes de dormirse.
-
Creo que voy a llamar a Lucía. No sé si estará bien.
-
Tía, yo de ti no lo haría, a lo mejor los
interrumpes.
-
Mejor me lo pones. La llamaré, sin duda.
-
No lo digo por ellos, sabes bien que también lo
odio, pero ya sabes que Lucía se enfadará contigo.
-
Me da igual, no puede contener esta curiosidad.
Tengo que hablar con ella.
-
Allá tú.
Busca su número en el teléfono, lo encuentra.
-
¿Sí?- Dice adormilada y con tono triste Lucía.
-
¿Estás bien? – Pregunta Diana con curiosidad.
-
No. – Se le oye llorar. Se desahoga con ella, le
cuenta todo y le cuenta que está con Leti y Dylan en el piso de este. Quiere
morirse, desaparecer como si nada, con un simple chasquido de dedos.
En el piso
de Víctor, ese sábado de enero.
Víctor y Hugo hablan por teléfono. Está cabreado pero ese incidente
que ha pasado hace unos minutos no romperá su amistad.
-
Lo siento tío, pero estaba cabreado y lo page
contigo.
-
No pasa nada, pero que no se vuelva a repetir porque
te mato!
-
Hecho tronco. ¿Has hablado con ella?
-
No quiero. Hoy no, pero intentaré que volvamos,
quiero estrenarla, no se me escapará.
Esas palabras se clavan como un puñal en el corazón de Hugo, ¿Se
estará enamorando?
¡NO! No puede, y mucho menos de la novia de su mejor amigo. Quiere
colgar.
-
Te cuelgo tío, que me duele la nariz, me voy a hacer
las curas.
-
Adiós entonces. Ya nos veremos.
Cuelga. Tiene ganas de llorar, pero no sabe por qué. Además, no puede
llorar, y menos sin motivo alguno. Quiere llamar a Lucía. Lo necesita pero no
sabe por qué. Busca su número, lo marca, la llama. ¡Lo coge!
-
¿Hugo?
-
Sí, soy yo. Llamaba para preguntarte que tal estas.
-
Estoy…bien, supongo. Gracias por preguntar, y
gracias por defenderme hoy, aunque opino que te has pasado…
-
Lo sé, pero se lo merecía ¿No crees?
-
Sí… supongo.
-
Oye, se que te parecerá raro pero… me gustaría…
ejeeem… invitarte a salir un día, con amigas y amigos, pero sin Víctor, para
conocernos y eso… ya sabes ¿no?- Dice
Hugo muy nervioso y sonrojado, aunque Lucía no pueda verlo.
-
Emmm… bueno… no sé, ya se verá, pero gracias por la
invitación- Dice extrañada Lucía, pero alegre por la invitación de su amigo.
¿Es su amigo? No lo sabe, pero le cae bien, y más después de lo que hoy ha
hecho por ella.
-
Vale, genial. Oye, te tengo que colgar, mañana te
llamo si eso…
-
Ok. Perfecto. Adiós
-
Chao.
Hugo cuelga y enchufa su portátil. Se conecta al tuenti y poco después
pone musica, su cantante favorito, Jhota Boy Color. Se oye en su habitación Deja
Los Problemas. Siempre le pone de buen humor esa canción. Y ahora, es lo que
más necesita.
Esa noche
de enero, en casa de Diana.
Están casi dormidas cuando se oye la canción de Call Me Maybe de Carly
Ray Jepsen. Es el móvil de Diana. Con ciertas dificultades coge el teléfono de
su mesilla y observa como su compañera duerme plácidamente a pesar del sonido
de su teléfono.
Aún con los ojos pegado contesta a la llamada.
-
¿Sí? ¿Quién es?
-
Soy yo cielo, Catriel.
-
¿Catri? ¿Por qué me llamas a estas horas? ¿Ha pasado
algo?
-
Es que no era capaz de dormir y pensé que aun
estabas en la fiesta, siento haberte despertado.
-
Mientras el que me despierte seas tú, no hay problema.
-
De todas formas, siento haberte despertado
-
No pasa nada, pero tengo algo de sueño, así que me
voy a dormir ¿Vale? Te quiero mucho Catriel. Muchísimo.
-
Está bien, sueña conmigo. Y yo a ti cariño.
-
No me copies las frases, además sabes que lo hago
siempre.
-
Lo sé, pero te lo digo por si acaso. Adiós cielo.
-
Adiós, mañana te llamo.
Y cuelga. Lo nota raro. Sabe que pasa algo malo. El lunes hablará con
él, esto no puede seguir así.
Esa noche
de Enero, en casa de Marta.
Marta recuerda que aún tiene el número de Lara en el móvil. La llamada
comienza con un hola muy frio por parte de ella.
-
Hola Lara. ¿Qué tal todo?
-
Pues… distinto a cuando estábamos juntas. Es difícil
separarse de tus mejores amigas.
-
Supongo, pero bueno, la culpa fue de América.
-
Lo sé… Me ha jodido la vida, y yo he vuelto para
jodersela a ella.
-
¿Qué vas a hacer?
-
Me han dicho que vuelve el lunes de vacaciones. ¿Es
cierto?
-
Sí, sí que lo es.
-
Pues no sé, improvisaré algo, me queda mucho curso
por delante. Aun que no iremos en la misma clase, pedí una distinta para que
Lucía y el resto no os sintierais incomodas, aunque no se si me la darán.
-
Tía, te tengo que colgar que mi madre me está
pidiendo que me duerma, que ya son las tres y media. Te… quiero.- Dice Marta
dudando de que sus palabras sean las correctas después de seis meses sin
hablarse apenas.
-
Adiós Marta, yo también te quiero.
Cuelga y casi no han hablado nada importante. Aun recuerda como hace
seis meses ella se iba de la ciudad por culpa de América. Y es que la novia de
Eric siempre ha sido mala con todo el mundo, y mucho más con Lara. Lara es su
enemiga desde infantil, y más desde que supo que Víctor, el chico del que está
enamorada en secreto quiso estar con ella. Lo que hizo destrozo por completo la
vida de Lara para siempre, ya que la separo de sus amigas para vengarse por
gustarle a Víctor. Y es que a América no le basta con Eric, si Ame quiere algo
tiene que conseguirlo, por eso le hizo la vida imposible a Lara, porque no
consiguió a Víctor. Y ahora Lara aprovechara su vuelta para vengarse de ella
con lo que más le duele, su hermano.
Ese día de
enero, en Nueva York.
El avión sale en dos horas y América aún está dormida y es que siempre
hace lo mismo. Su sueño se ve interrumpido por una llamada, en su móvil suena
Toma Candela de Aloy con Jhota Boy Color. Lo coge y saluda enérgicamente a
pesar de que se acaba de despertar.
-
¡Hola hermanito!
-
Hola América.
-
Ame por favor.- Y es que América odia su nombre.-
¿Por qué me llamas?
-
Porque sabía que estarías durmiendo y quería
avisarte de que en dos horas sale tu avión.
-
Pues gracias hombre, pero yo sé que me llamas porque
me echas de menos querido hermanito
-
Ni te lo imaginas.- Dice irónico el muchacho.
-
Bueno querido hermano, te dejo que tengo prisa.
-
Adiós América.
-
¡Ame! Deberías aprendértelo que tú te apellidas
igual.
-
Levántate y calla, adiós.
Se levanta feliz de haber hecho rabiar a su hermano, eso le encanta.
Le quiere mucho, además es amigo de Víctor, y eso le gusta. Se acuerda de Eric.
El está en España, la llama todos los días, está muy enamorado de ella pero
ella no siente lo mismo, en el fondo le duele, Eric es muy buen chico. Y la
adora. Deja de pensar en Eric, son las nueve y media y a las once sale su
vuelo. Debe prepararse para el vuelo, y para la semana que le espera, no será
una semana fácil.